Hoy os traemos varias noticias que nos han llamado la atención:
- Las protestas crecen en Portugal.
- Londres tiene más multimillonarios que toda Francia.
- El integrismo asalta la 'primavera árabe'.
- La calle opina que hacer un referéndum estaría bien, pero no cambiaría nada.´
La clase media es la que soporta casi por entero el peso creciente de la crisis económica y la que comprueba con espanto y amargura cómo día a día desde hace más de un año y medio, fecha en la que Portugal pidió el rescate, su vida se empobrece y empeora en un constante retroceso de pesadilla. La misma clase social que soportará también las nuevas medidas anunciadas la semana pasada por el primer ministro portugués. Los asalariados calcularon que el año que viene perderán el equivalente a un salario entero repartido en 12 meses. Los funcionarios y pensionistas que ganan más de 1.100 euros aún estarán peor, ya que pierden dos salarios: uno en forma de paga extra volatilizada y el otro recortado también en 12 meses.
Tras un año y medio de medidas de austeridad, los portugueses sienten que no pueden más: en 2012 subió el IVA hasta el 23%, subió el impuesto de la renta, subieron las tarifas médicas y subieron los transportes públicos. El ministro de Finanzas calculó mas recortes para que a cambio, la troika acreedora le diera un año más de plazo para alcanzar el objetivo de déficit. En teoría, Portugal iba a reducir el desequilibrio hasta el 4,5% del PIB este año. Dadas las amargas recaudaciones, esta cifra subirá hasta el 6%, y ese 4,5% queda para el año que viene. Y el original 3% para 2013 se pospone para 2014.
En teoría esta era una buena noticia, dadas las últimas noticias del Gobierno y los nuevos recortes anunciados, se ha convertido para los portugueses en un año más de agonía. A pesar de desempeñar el papel de alumno ejemplar de la Unión Europea a diferencia de Grecia y de cumplir sin rechistar las exigencias de la trokia, los objetivos del déficit no se alcanzan y la meta se aleja.
Según un estudio divulgado en 'The Guardian', hay más multimillonarios viviendo en Londres que en toda Francia. La capital británica acoge a 4.200 multimillonarios y es la tercera ciudad del mundo por el número de grandes fortunas (superada sólo por Nueva York y Moscú).
Londres, con ocho millones de habitantes, supera en 420 al número de grandes fortunas que tiene Francia, con 65 millones de personas.
Una cuarta parte de los multimillonarios londinenses trabaja en el sector financiero. El condado de Surrey es el tercero de la lista, con 230 multimillonarios en cartera. Manchester es la segunda ciudad con más multimillonarios (374) y Glasgow y Edimburgo han subido al 'top ten', confirmando el tirón de Escocia entre los más pudientes.
La riqueza acumulada por los británicos más ricos se incrementó el año pasado un 4,9%, coincidiendo sorprendentemente con la entrada del país en doble recesión.
Aún así, siguiendo un camino diariamente opuesto al de Francois Hollande con el "superimpuesto" del 75% para las grandes fortunas, David Cameron decidió rebajar este año el tipo impositivo del 50% al 45% a las rentas superiores de 180.000 euros.
"Sí, el fundamentalismo ha aumentado”, responde en un correo Michael Rubin, del think tank neoconservador American Enterprise Institute. Rubin atribuye ese avance a que “los Hermanos Musulmanes y los salafistas pudieron prometer lo que quisieron mientras estaban en la oposición”. En su opinión, “la religión actúa de catalizador” y “da un sentido a jóvenes que no han tenido éxito en la vida”.
Sin embargo, la mayoría de los analistas discrepan de ese determinismo, y asocian los asaltos a las representaciones diplomáticas de EE UU en El Cairo, Bengasi o Saná con la pérdida de capacidad del Estado para gobernar con eficacia. La libertad para movilizarse, que no existía bajo los dirigentes autocráticos, se ejerce ahora en un contexto de ausencia de autoridad.
No obstante, quien fuera vicepresidente de Irán con el reformista Mohamed Jatamí, también advierte que “el respaldo de extremistas como el que quemó el Corán Terry Jones a una película antiislámica, u otro tipo de agresiones a las creencias religiosas de los musulmanes, crea un caldo de cultivo adecuado para la lectura del islam que hacen los fundamentalistas talibanes”.
Ayer, la dualidad que pervive en el mundo musulmán quedó patente con dos mensajes. Al Qaeda en la península Arábiga, por un lado, llamó a intensificar la violencia contra Occidente. En el mismo día, los talibanes mataron a dos soldados estadounidenses en una base de Afganistán, como represalia por el vídeo. En el campamento estaba el príncipe Enrique de Inglaterra, que salió ileso. Por otro lado, el gran muftí de Arabia Saudí, la mayor autoridad religiosa del islam, declaró que “atacar a inocentes” no es propio de los musulmanes.
Por su parte, Khalid al Haribi, director ejecutivo del think tank omaní Tawasul, considera “demasiado simple” atribuir los sucesos de esta semana al fundamentalismo. “Estas reacciones violentas son signos de un peligro más grave”, afirma convencido de que se trata de un obstáculo populista en el avance hacia las libertades y el progreso iniciado el año pasado.
Tal vez. Sin embargo, las barbas, las banderas negras y los eslóganes que se han visto en El Cairo, Bengasi o la ciudad norlibanesa de Trípoli, tienen el sello de los salafistas, una rama ultraortodoxa del islam suní financiada por Arabia Saudí y cuya intransigencia doctrinaria hace muy difícil (algunos opinan que imposible) el diálogo y los pactos políticos.
La ciudadanía distingue entre recortes y referéndum. En consecuencia, movilizaciones como la impulsada ayer en la capital por sindicatos, partidos de la oposición y más de 150 colectivos en contra de las medidas de ajuste que está llevando a cabo el Gobierno son vistas con relativa distancia. De momento, son minoría quienes defienden la necesidad de plantear una consulta popular sobre las decisiones del Ejecutivo.
El secretario general de CCOO ha puntualizado que la petición de plebiscio no esconde la convocatoria de nuevas elecciones generales. A su juicio, la demanda, que debería llevarse a cabo "en un espacio corto de tiempo", es procedente dada la negociación que está manteniendo el Ejecutivo para el rescate de España.
Arnie
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