Hugo Chávez ha instado a los votantes ricos a apoyarle o enfrentarse a una "guerra civil", mientras su rival intenta tranquilizar a los sectores más pobres de Venezuela prometiéndoles no acabar con las populares políticas sociales en marcha.
El presidente Chávez, de 58 años, y Henrique Capriles, de 40, afrontan el 7 de octubre unas elecciones presidenciales en el país sudamericano de 29 millones de habitantes, que tiene las mayores reservas de petróleo de la región y con ellas financia a Gobiernos de izquierda.
Aunque Chávez lidera la mayoría de las encuestas, las cifras de Capriles han ido aumentando en las últimas semanas, permitiendo que ambas partes tengan una fuerte posibilidad de ganar la presidencia.
Tras unos años de Gobierno en los que ha cargado contra los ricos por ser culpables de todos los males de Venezuela -e incluso de los del mundo entero-, el socialista Chávez se dirigió el domingo a ellos en un discurso de campaña, advirtiéndoles de que debían respaldarle si querían estabilidad.
"Las familias ricas tienen casas lujosas, buenos coches, probablemente un apartamento en la playa, propiedades etc. Les gusta viajar al extranjero en vacaciones...", señaló.
"¿Les conviene una guerra civil? En absoluto. Sólo conviene a la extrema derecha fascista encarnada por el perdedor. Es del interés de los ricos que aman la paz ganar, y les invito a votar por Chávez el próximo 7 de octubre. Chávez garantiza la paz, la estabilidad y el crecimiento económico".
'Planes violentos'
Chávez no utiliza el nombre de Capriles en público, refiriéndose a él con el adjetivo insultante de "majunche", que puede traducirse libremente como "perdedor", e insiste en asegurar que sus seguidores tienen planes violentos para acabar con el socialismo en Venezuela.
La oposición descarta sus frecuentes comentarios sobre una posible guerra civil como irresponsables, apuntando que el mismo Chávez protagonizó un fallido golpe militar en 1992.
El presidente continúa siendo inmensamente popular entre los pobres de Venezuela, en parte porque sus propias raíces humildes y también por losproyectos sociales que ha financiado con cargo a las rentas del petróleo, como cadenas de comida subvencionadas, sanidad pública y educación.
Mientras, Capriles lanzaba el domingo por la noche un mensaje a través de canales privados en Venezuela para rechazar que pretenda desmantelar las misiones abanderadas por Chávez.
"Mi compromiso es crear nuevas misiones, mantener las actuales y mejorar aquellas que no funcionan", señaló, destacando que mientras era gobernador de Miranda dirigió un Plan Cero Hambre con el que suministró comida a miles de personas, además de mejorar escuelas y clínicas.
Menos pobreza, pero pagada por el petróleo
Aunque según datos de la ONU, la pobreza se ha reducido bajo el mandato de Chávez, la oposición advierte de que este progreso se ha debido a la bonanza en los precios del petróleo desde que subió al Gobierno en 1999.
"Hace un tiempo propusimos una ley de misiones, de tal manera que no dependan del Gobierno del momento y alcancen a todos los venezolanos, sin importar el color político", señaló Capriles.
Arnie
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